En la noche del 18 de m arzo – al borde del equinoccio de primavera – es tradición en nuestra región hacer una gran hoguera («»focarina»») para quemar las ramitas y malezas sobrantes del invierno y dejar espacio para el renacimiento de la primavera. El aire se llena de olores intensos: frescos y nuevos, pero sin embargo antiguos. En nuestra comarca, todos los habitantes del pueblo se reúnen alrededor de la gran hoguera. Los mayores cuentan cuentos a los niños, y los jóvenes más atrevidos saltan al fuego como desafío y para demostrar su valentía. El fuego quema todo el sufrimiento y las aflicciones de, esperando con confianza la llegada de la primavera y la alegría y la alegría que trae. El fuego enciende una sensación de esperanza para los días venideros, como una oración colectiva y apotropaica.
NOTAS DE CABEZA:
naranja, hojas verdes, menta, ortiga
NOTAS DE CORAZÓN:
lavanda, canela, capullos de clavo, jazmín
NOTAS DE BASE:
sándalo, madera de cedro, vetiver, almizcle, nuez moscada, romero
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